La tensión en la península coreana disminuyó. El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, decidió levantar la ley marcial que había decretado días atrás, una medida que generó una gran preocupación a nivel internacional.
Estados Unidos, uno de los principales aliados de Corea del Sur, expresó su alivio ante esta decisión. En un comunicado oficial, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional afirmó que “nos sentimos aliviados de que el presidente Yoon haya cambiado de parecer sobre su preocupante declaración de la ley marcial y haya respetado el voto de la Asamblea Nacional”.
La declaración de la ley marcial por parte de Yoon Suk Yeol había generado una fuerte controversia tanto a nivel nacional como internacional. El presidente surcoreano argumentó que esta medida era necesaria para proteger al país de amenazas externas y de elementos internos que buscaban desestabilizar el orden democrático. Sin embargo, la oposición política y la comunidad internacional expresaron su preocupación por esta decisión, considerando que se trataba de un abuso de poder y una amenaza a las libertades civiles.
El Parlamento surcoreano, que había votado abrumadoramente en contra de esta medida, jugó un papel fundamental al ejercer presión sobre el presidente para que revirtiera su decisión.