Una jornada deportiva se convirtió en tragedia en N’Zérékoré, Guinea, donde al menos 56 personas perdieron la vida en violentos enfrentamientos desatados tras un partido de futbol. Los disturbios, que comenzaron con protestas contra las decisiones arbitrales, se tornaron rápidamente en una batalla campal que dejó decenas de heridos y causó el caos en la ciudad.
Según las autoridades, los enfrentamientos se iniciaron cuando un sector del público reaccionó violentamente ante la expulsión de un jugador. La situación se descontroló rápidamente, y los aficionados comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contundentes, lo que provocó una avalancha humana y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Testigos presenciales describieron escenas de caos y terror, con numerosos cuerpos tendidos en el suelo y heridos siendo trasladados a los hospitales. Las imágenes difundidas en redes sociales, aunque no verificadas, muestran la magnitud de la tragedia y la desesperación de los habitantes de N’Zérékoré.
La violencia se extendió más allá del estadio, con enfrentamientos en las calles y ataques a edificios públicos. Según informes locales, un grupo de jóvenes incendió una comisaría durante la madrugada.
Las autoridades guineanas condenaron los hechos y abrieron una investigación para determinar las causas de la tragedia y las responsabilidades. Además, se desplegaron fuerzas de seguridad adicionales en la zona para restablecer el orden y garantizar la seguridad de la población.