El ejército israelí volvió a atacar objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano, apenas dos días después de que ambas partes acordaran un alto el fuego. Según un comunicado oficial, la Fuerza Aérea israelí destruyó un lanzacohetes portátil que representaba una “amenaza inminente”.
Este nuevo incidente ha generado preocupación internacional y ha puesto en duda la durabilidad de la tregua. A pesar del alto el fuego, los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá han provocado una crisis humanitaria en la región, con miles de desplazados y cientos de víctimas mortales.
Para hacer frente a la situación, el ejército israelí ha impuesto un toque de queda nocturno en el sur de Líbano y ha advertido a la población civil que evite la zona. Además, el conflicto ha causado graves daños a la infraestructura civil, lo que dificulta aún más la vida de los residentes.
Las cifras de víctimas mortales y heridos son alarmantes. El Ministerio de Salud libanés ha reportado más de 3 mil 900 muertos y 16 mil 500 heridos desde el inicio del conflicto en octubre de 2023. Por su parte, Israel ha confirmado la muerte de 82 soldados y 47 civiles.
