Un nuevo estudio publicado por el instituto de investigación estadounidense, Climate Central reveló una alarmante conexión entre el calentamiento global y la intensificación de los huracanes en el Atlántico. Los investigadores descubrieron que el aumento récord de las temperaturas oceánicas ha provocado un incremento significativo en la velocidad máxima de los vientos de los huracanes durante la temporada de 2024.
El análisis detalla que los 11 huracanes que azotaron el Atlántico en 2024 experimentaron un aumento en la velocidad de sus vientos de entre 14 y 45 kilómetros por hora, directamente atribuible al calentamiento global. Daniel Gilford, autor del estudio, afirmó que las emisiones de gases de efecto invernadero han elevado las temperaturas de la superficie del mar, especialmente en el Golfo de México, donde se registró un aumento de alrededor de 1.4 grados Celsius en comparación con un escenario sin cambio climático.
Este incremento en la temperatura del mar actúa como un combustible que alimenta la intensidad de los huracanes, haciendo que tormentas tropicales como Debby y Oscar se conviertan rápidamente en huracanes de mayor categoría. Asimismo, huracanes como Milton, Beryl y Helene experimentaron un aumento significativo en su intensidad, pasando de categoría 4 a 5 en la escala Saffir-Simpson. Cada incremento de categoría representa un aumento de aproximadamente cuatro veces en su poder destructivo.
El estudio también revela que, entre 2019 y 2023, el 84% de los huracanes se fortalecieron significativamente debido al calentamiento global. Aunque los estudios se centraron en el Océano Atlántico, los investigadores señalan que los métodos utilizados pueden aplicarse a otras regiones tropicales.
Los expertos advierten que estos impactos son solo una muestra de lo que está por venir. A medida que las temperaturas globales continúen aumentando, se espera que la frecuencia e intensidad de los huracanes se intensifiquen aún más. Si la temperatura media global supera los 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, los efectos tienen profundas implicaciones para las comunidades costeras y las economías de las regiones afectadas por los huracanes.