El gigante aeronáutico estadounidense Boeing comenzó a materializar los despidos anunciados a principios de octubre, iniciando las notificaciones a los primeros 2 mil 200 trabajadores en el estado de Washington. Esta medida se enmarca dentro del plan de la compañía de reducir su plantilla global en un 10% como consecuencia de diversos factores, entre ellos la reciente huelga de trabajadores y la necesidad de ajustar sus costos.
Según documentos oficiales, las primeras bajas se producirán a partir del 20 de diciembre, afectando principalmente a las plantas de Renton y Everett, donde se ensamblan algunos de los modelos de aviones más emblemáticos de Boeing, como el 737, 777 y 767. Estas mismas plantas fueron paralizadas durante más de 50 días por una huelga de trabajadores que demandaba mejores condiciones laborales y salarios.
La decisión de Boeing ha generado una gran preocupación en la región de Seattle, donde la compañía ha sido un motor económico durante décadas. Miles de empleos indirectos vinculados a la industria aeronáutica también se verán afectados por estos despidos.
Los despidos en Boeing se producen en un contexto de incertidumbre en la industria aeronáutica, marcada por la pandemia de Covid-19, la guerra en Ucrania y los desafíos logísticos en la cadena de suministro. La compañía ha señalado que estos factores, junto con la necesidad de invertir en nuevas tecnologías y productos, han obligado a tomar medidas difíciles para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
