Con gritos de “¡asesinos, asesinos!”, miles de ciudadanos se congregaron este sábado en la ciudad española de Valencia para manifestarse contra la gestión política de las recientes inundaciones que azotaron la región el 29 de octubre, dejando un saldo trágico de más de 200 fallecidos y decenas de desaparecidos. La movilización recorrió el centro de la ciudad, desde la plaza del Ayuntamiento hasta el Palacio de la Generalitat, en donde exigieron la dimisión del presidente valenciano, Carlos Mazón y también expresaron su descontento con el presidente del gobierno central, Pedro Sánchez.
Las protestas se replicaron en otras localidades de la Comunidad Valenciana, como Alicante y Elche, así como en Madrid, en un reclamo unánime por la falta de alertas previas y la tardía respuesta de las autoridades.
La cifra de muertos en la región asciende a 220 personas, de las cuales 212 corresponden a la Comunidad Valenciana. Las riadas devastaron unos 80 municipios en el este de España, dejando pueblos enteros sumidos en el barro y la destrucción.
Las críticas se dirigieron tanto al gobierno regional como al central, en un rechazo generalizado hacia la clase política. En las zonas afectadas, los damnificados siguen manifestando su ira ante lo que consideran una respuesta lenta y deficiente por parte de los líderes políticos, mientras continúan las labores de rescate y limpieza en los municipios afectados.