Catar decidió retirarse de su rol como mediador en el conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamás después de varios intentos infructuosos de alcanzar un alto el fuego y lograr un acuerdo para el intercambio de rehenes y prisioneros, según informó una fuente diplomática bajo condición de anonimato.
La medida también implica el cierre de la oficina política de Hamás en Doha, la capital catarí, pues, según explicó la fuente, esta “ya no tiene razón de ser”. Catar comunicó su decisión tanto a Israel como a Hamás, así como a la administración estadounidense, subrayando que la falta de voluntad de ambas partes para negociar de buena fe ha llevado a la conclusión de sus esfuerzos como intermediario.
Durante meses, Catar trabajó junto a Estados Unidos y Egipto para intentar mediar un cese al fuego en la Franja de Gaza, donde el conflicto entre Israel y Hamás se intensificó a partir del ataque del grupo islamista el 7 de octubre en el sur de Israel.