El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán presentó a su equipo de trabajo y los principios que guiarán la política pública agropecuaria durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. En el evento “El Campo en el Segundo Piso de la Cuarta Transformación”, celebrado en la Explanada Mujeres Rurales, Berdegué subrayó que la prioridad será alcanzar la soberanía alimentaria y mejorar las condiciones de vida de quienes trabajan en el campo y las costas de México.
Uno de los objetivos más ambiciosos es la erradicación de la pobreza extrema en el campo, con la meta de reducirla a menos del 2% para el final del sexenio. El plan incluye un enfoque en los pequeños productores y las personas jornaleras, quienes desempeñan un papel fundamental en el sector agropecuario.
El secretario destacó la importancia de una gestión responsable del agua, con un enfoque en innovación tecnológica y manejo territorial. Además, anunció la implementación de medidas integrales para aumentar la producción de alimentos saludables y reducir la dependencia de productos ultraprocesados.
Entre las acciones más relevantes, se busca garantizar la autosuficiencia en la producción de maíz blanco y frijol, y aumentar la producción de otros cultivos clave a través del uso de ciencia y tecnología. Para alcanzar estos objetivos, se trabajará en la tecnificación de 13 Distritos de Riego y en la fusión de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) con Diconsa, creando la iniciativa “Alimentación para el Bienestar” y “Tiendas del Bienestar”, las cuales promoverán la compra de productos como café, cacao y miel a productores pequeños.
Además, se fortalecerá Liconsa, que aumentará la compra de leche a ganaderos nacionales, y se lanzará una política nacional de pesca sostenible.
Berdegué también aseguró que se trabajará bajo un esquema de transparencia y cero tolerancia a la corrupción, siguiendo las directrices de la presidenta Sheinbaum. Enfatizó que el respeto a la dignidad de las y los trabajadores de la Secretaría y de los beneficiarios de los programas de bienestar será un eje fundamental en la gestión de los recursos y la implementación de los programas.
