El Sol emitió hoy una potente llamarada solar clasificada como X9.0, la más intensa desde 2017. Este evento podría desencadenar una tormenta geomagnética a partir del día de hoy, con la posibilidad de observar auroras en latitudes bajas.
Este 3 de octubre, el Sol sorprendió a los científicos con una llamarada solar de clase X9.0, alcanzando niveles de intensidad no vistos desde 2017. La llamarada, captada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, se originó en la región activa 3842, una mancha solar particularmente activa en los últimos días.
Las llamaradas solares de clase X son las más intensas y pueden tener efectos significativos en la Tierra. En este caso, si la emisión fue dirigida hacia nuestro planeta, podríamos experimentar una tormenta geomagnética a partir de hoy. Estas tormentas pueden afectar las comunicaciones por radio, los sistemas de navegación por satélite y, en casos extremos, las redes eléctricas.
Además, uno de los fenómenos más espectaculares asociados a estas tormentas son las auroras boreales y australes. Aunque normalmente se observan en regiones polares, la intensidad de esta llamarada podría permitir que se vean en latitudes más bajas, ofreciendo un espectáculo visual impresionante para quienes se encuentren en esas áreas.
¿Qué significa esto?
Una llamarada solar de clase X9.0 es un evento extremadamente energético que puede tener varios impactos en la Tierra. Las llamaradas solares son explosiones en la superficie del Sol que liberan grandes cantidades de energía, radiación y partículas cargadas. Cuando estas partículas alcanzan la Tierra, pueden interactuar con el campo magnético del planeta, provocando tormentas geomagnéticas.
Estas tormentas pueden causar interrupciones en las comunicaciones por radio y en los sistemas de navegación por satélite, afectar las redes eléctricas y, en casos extremos, dañar los satélites en órbita. Sin embargo, también pueden crear auroras, que son luces brillantes y coloridas en el cielo nocturno, visibles en latitudes más bajas de lo habitual debido a la intensidad de la llamarada.
La comunidad científica está monitoreando de cerca la situación para determinar el impacto exacto de esta llamarada solar. Mientras tanto, los entusiastas de la astronomía y los curiosos del cielo nocturno podrían tener la oportunidad única de observar auroras en lugares inusuales.