La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, presentó su renuncia este martes, informaron medios estadounidenses. Su dimisión se produce un día después de admitir públicamente que la agencia no cumplió con su misión de proteger al ex presidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, durante un mitin en Pensilvania el pasado 13 de julio, donde un hombre de 20 años logró herir a Trump en una oreja.
La renuncia de Cheatle ha sido solicitada tanto por demócratas como por republicanos. Mike Johnson, presidente republicano de la Cámara de Representantes, declaró a los periodistas: “Debería haberlo hecho hace al menos una semana. Me alegra ver que ha atendido la petición de republicanos y demócratas”.
El presidente Joe Biden expresó su agradecimiento a Cheatle por sus casi tres décadas de servicio en el Servicio Secreto, destacando que ha “dedicado y arriesgado desinteresadamente su vida” para proteger al país. Sin embargo, Biden enfatizó la necesidad de prevenir futuros fallos similares, afirmando: “Todos sabemos que lo que ocurrió aquel día no puede volver a ocurrir”. En su comunicado, el presidente informó que nombrará a un nuevo director “pronto”.
Mientras tanto, el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, designó a Ronald Rowe como director interino del Servicio Secreto. Rowe asumirá el cargo de manera inmediata mientras se busca un reemplazo permanente para Cheatle.