La coordinadora especial de la ONU en Haití, Ulrika Richardson, ha alertado sobre la expansión del dominio de pandillas en la capital del país, Puerto Príncipe. Richardson advirtió que en los últimos días, estas bandas armadas han avanzado hacia nuevas zonas de la capital, obligando a numerosas personas a huir de sus barrios ante el avance de los grupos armados.
La situación en Haití, según Richardson, ha pasado de muy preocupante a extremadamente alarmante, con una vida diaria marcada por bloqueos de carreteras, sonidos de disparos y una gran tensión en las calles. La ONU ha señalado que estas pandillas, acusadas de abusos como asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros, controlaban el 80% de la capital en 2023.
Los enfrentamientos recientes se han centrado en Pétion-Ville, una comuna acomodada a las afueras de Puerto Príncipe, donde hombres armados intentaron tomar el control de varios barrios, resultando en catorce cuerpos sin vida encontrados el lunes pasado.
Estos disturbios ocurren en un contexto de crisis política, luego de que bandas armadas lanzaran ataques contra el controvertido primer ministro Ariel Henry, lo que ha llevado a semanas de caos en el país. Henry ha aceptado dimitir y dar paso a un consejo presidencial de siete miembros y dos observadores, cuya formación se ha visto retrasada por disensiones internas.
La violencia y la inestabilidad política en Haití han llevado al país a una situación humanitaria crítica, con menos de la mitad de los centros sanitarios de Puerto Príncipe funcionando con normalidad y escasez de medicamentos y productos sanguíneos. La OMS ha advertido que una epidemia de cólera podría regresar si la crisis continúa.
El Consejo de Seguridad de la ONU expresó su grave preocupación por el flujo ilícito de armas y municiones hacia Haití y reafirmó la obligación de los Estados miembros de respetar el embargo de armas vigente en el país.
