La Secretaría de Educación Pública (SEP) aseguró que los resultados que da a conocer el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sostiene una interpretación reduccionista.
“Es necesario realizar un análisis considerando el contexto de los resultados de estas pruebas, como las condiciones socioeconómicas y culturales de cada país para evitar interpretaciones reduccionistas”, menciona en un comunicado.
La dependencia indicó que resultados que da a conocer PISA no demuestran cambios significativos respecto a las ediciones anteriores de esta evaluación. “Nuestros estudiantes presentan retos en las tres áreas evaluadas: matemáticas, español y ciencias, lo que confirma que era necesario un cambio en el modelo”.
Por ello, dijo, en México se emprendió un profundo proceso de transformación en su sistema educativo, con la implementación del Plan de Estudio 2022 y la Nueva Escuela Mexicana.
Aseveró que la evaluación muestra que México presentó un descenso menor en matemáticas y lectura que el promedio de los países que integran la OCDE. En el contexto en que fue realizada esta evaluación, los esfuerzos realizados por las y los adolescentes y docentes reflejan la adaptabilidad de nuestro sistema educativo frente a circunstancias inusuales ya que esta evaluación fue aplicada en los meses de abril y mayo de 2022 en la etapa final de la emergencia sanitaria por COVID-19.
“En esa etapa el gobierno mexicano diseñaba estrategias de atención para privilegiar la seguridad y el interés superior de las y los estudiantes, y una vez que se superó la contingencia se realizaron esfuerzos para asegurar el regreso a las aulas de niñas, niños, adolescentes y jóvenes recuperando el 100 por ciento de la matrícula”, dijo.
Informó que el gobierno actual ha trabajado por el fortalecimiento de la escuela pública, para brindar una formación con enfoque humanista, científico, con equidad e inclusión que favorezca el bienestar de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, buscando que las y los estudiantes aprendan para transformar la realidad y sean mejores ciudadanas y ciudadanos, más participativos, con respeto por las libertades, la cultura de paz, la solidaridad, la independencia, la justicia y amor a la patria.
“La educación que estamos construyendo reconoce la gran diversidad y riqueza étnica, sociocultural y lingüística de nuestro país; promueve y reafirma valores como el respeto, la honestidad, la confianza en el otro, la solidaridad y el diálogo para alcanzar acuerdos, colocando siempre al centro a nuestras y nuestros estudiantes”, concluyó.
