Lady Gaga hizo historia al reunir a 2.1 millones de personas en un concierto gratuito en la icónica playa de Copacabana, en Río de Janeiro. Este evento marcó su regreso triunfal a Brasil después de trece años de ausencia y superó la marca de 1.6 millones de asistentes que Madonna logró en el mismo lugar en 2024.
El espectáculo, parte de su gira The Mayhem Ball, estuvo cargado de teatralidad y energía, con una puesta en escena impresionante que incluyó un gigantesco escenario de 1,260 metros cuadrados. Gaga inició el show con Bloody Mary, vestida con un vibrante traje rojo, y rápidamente llevó a la multitud al éxtasis con sus éxitos más icónicos, como Bad Romance y Shallow.
La cantante expresó su emoción por volver a Brasil, extendiendo la bandera del país y agradeciendo a sus seguidores por esperarla durante más de una década.
Este concierto no solo consolidó a Lady Gaga como una de las artistas más influyentes del mundo, sino que también estableció un nuevo récord de asistencia para un espectáculo solista
