El presidente Donald Trump (78 años), el mandatario de mayor edad en asumir la Casa Blanca, se sometió este viernes a su primer examen médico anual desde que inició su segundo mandato en enero de 2025, en medio de cuestionamientos sobre la transparencia de su estado de salud y su historial de declaraciones controvertidas al respecto.
Trump llegó al Hospital Militar Walter Reed alrededor de las 11:00 horas locales (15:00 GMT) para una evaluación que duró aproximadamente cinco horas. Aunque el republicano aseguró sentirse en óptimas condiciones —”Nunca me he sentido mejor”, escribió en Truth Social—, no se especificó cuándo ni con qué detalle se darán a conocer los resultados.
La falta de claridad ha sido una constante: durante su primer mandato (2017-2021), Trump fue criticado por opacidad en sus informes médicos, incluso cuando su entonces médico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, llegó a afirmar en 2018 que con mejores hábitos el presidente podría “vivir hasta 200 años”.
El magnate convirtió su vigor físico en un arma política, especialmente contra su antecesor, Joe Biden (82 años), a quien tachó de “senil e incapaz” durante la campaña de 2024. La edad fue un factor clave en esas elecciones, donde ambos fueron los candidatos más longevos en la historia de EU. El desastroso debate de Biden en junio de 2024 aceleró su retirada de la contienda.
Aunque Trump evita el alcohol y el tabaco, su afición a la comida rápida y su complexión —en 2019 se le diagnosticó obesidad (1.90 m, 110 kg)— han generado dudas. En 2020, para demostrar su capacidad cognitiva, aseguró haber aprobado un test repitiendo la secuencia “persona, mujer, hombre, cámara, televisor”.
Anteriormente, su exmédico Harold Bornstein reveló que Trump le dictó una carta en 2015 donde se le describía como “el individuo más sano jamás elegido”.