El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, mantendrán una conversación esta semana para abordar la situación en Ucrania, según informó Steve Witkoff, enviado especial de confianza del mandatario estadounidense para asuntos internacionales. Este diálogo se produce en un contexto en el que Washington presiona a Moscú para que acepte una tregua en el conflicto que lleva más de tres años.
Witkoff, quien recientemente se reunió durante varias horas con Putin, en Moscú, aseguró en una entrevista con la cadena CNN que “los dos presidentes tendrán buenas y positivas conversaciones esta semana”. Esta declaración llega después de que Estados Unidos propusiera un alto al fuego en Ucrania, iniciativa que fue aceptada por el gobierno de Kiev, pero que aún no ha recibido una respuesta definitiva por parte de Rusia.
El Kremlin ha planteado una serie de condiciones antes de comprometerse con un cese de hostilidades, lo que ha generado escepticismo en Ucrania. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó el sábado a Rusia de no tener intenciones reales de poner fin a la guerra y advirtió que Moscú busca “mejorar su situación en el campo de batalla” antes de aceptar cualquier acuerdo.
En el ámbito diplomático, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y su contraparte ruso, Sergei Lavrov, mantuvieron una conversación telefónica en la que discutieron “aspectos concretos de la implementación de los entendimientos” alcanzados durante la cumbre bilateral celebrada en Arabia Saudita el mes pasado. Este encuentro en Riad fue el primero de alto nivel entre ambos países desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso confirmó que Lavrov y Rubio acordaron “permanecer en contacto”, aunque no mencionó específicamente la propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos. Por su parte, Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, destacó que ambos funcionarios “discutieron los próximos pasos” en relación con Ucrania y acordaron “continuar trabajando para restablecer la comunicación entre Estados Unidos y Rusia”.
El diálogo entre Trump y Putin representa un nuevo intento por desescalar el conflicto en Ucrania, que ha dejado miles de víctimas y un profundo impacto en la estabilidad global. Sin embargo, las condiciones impuestas por Rusia y las acusaciones de Kiev sobre las intenciones del Kremlin mantienen en vilo las esperanzas de una solución inmediata.