El Papa Francisco, ingresado desde el viernes en el hospital Gemelli de Roma debido a una infección respiratoria, pasó una “noche tranquila” pero ha cancelado sus compromisos previstos para el fin de semana, según informó el Vaticano este martes.
“Debido al estado de salud del Santo Padre, la audiencia jubilar del sábado 22 de febrero queda cancelada” y el pontífice de 88 años tampoco podrá presidir la misa dominical, comunicó la Santa Sede en el quinto día de hospitalización. Aún no se ha confirmado si podrá pronunciar la tradicional oración del Ángelus el próximo domingo.
Francisco fue internado el 14 de febrero tras experimentar dificultades para hablar en público, lo que generó preocupación entre los fieles. El Vaticano reveló el lunes que el Papa sufre una “infección polimicrobiana de las vías respiratorias” y que su “cuadro clínico es complejo”, sugiriendo que su hospitalización podría extenderse hasta al menos el miércoles, cuando también se canceló su audiencia general.
Este martes, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, aseguró que el estado del pontífice argentino es estable. “Se despertó, desayunó y leyó algunos periódicos como hace habitualmente”, informó, anunciando que se publicará un parte médico actualizado en la tarde.
La hospitalización del Papa Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha avivado el debate sobre su salud, especialmente en el contexto del año jubilar de la Iglesia católica, que implica una agenda cargada de eventos, muchos de ellos encabezados por el pontífice.
