Choque entre helicóptero militar y avión comercial deja 67 muertos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump confirmó este jueves que no hay sobrevivientes tras la colisión entre un helicóptero militar y un avión comercial cerca de Washington.
“Les hablo esta mañana en una hora de angustia para nuestra nación”, declaró Trump desde la Casa Blanca. “Se ha pasado a una misión de recuperación porque tristemente no hay sobrevivientes”.
Los restos de ambas aeronaves cayeron en las frías aguas del río Potomac, donde rescatistas han recuperado hasta el momento los cuerpos de 27 pasajeros del avión y uno del helicóptero, según informaron los bomberos.

Con un saldo de 67 muertos, se trata del peor desastre aéreo en Estados Unidos desde el accidente del vuelo de Colgan Air en 2009, en el que murieron 49 personas en Nueva York.
La Administración Federal de Aviación (FAA) informó que el avión era un Bombardier operado por una subsidiaria de American Airlines, en ruta desde Wichita, Kansas, al aeropuerto Ronald Reagan en Washington D.C.
El helicóptero, un Black Hawk del ejército estadounidense, realizaba un “vuelo de entrenamiento”, según un portavoz militar. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, detalló que la tripulación estaba realizando una evaluación nocturna con gafas de visión nocturna.

En una grabación del servicio de tráfico aéreo, se escucha a los controladores preguntar reiteradamente al helicóptero si tenía “a la vista” el avión comercial y, justo antes del impacto, indicarle que “pasara por detrás” del mismo.
“Acabo de ver una bola de fuego y desapareció”, dijo un controlador tras la pérdida de comunicación con el helicóptero.
Las bajas temperaturas del agua, cercanas a los 2 grados Celsius, reducían drásticamente las posibilidades de supervivencia, según expertos en rescates.

La tragedia generó interrogantes sobre la seguridad aérea y la coordinación del tráfico aéreo en Washington.
El presidente Trump publicó en su plataforma Truth Social que el accidente “debería haber sido evitado”. “¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si veían el avión?”, cuestionó.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, también calificó el choque como “absolutamente evitable” y afirmó que las condiciones atmosféricas en el momento del accidente eran óptimas.
Las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer cómo un avión comercial con tecnología para evitar colisiones pudo chocar con un helicóptero sobre la capital del país.

El espacio aéreo de Washington es uno de los más congestionados del mundo, con constantes aterrizajes en el aeropuerto Ronald Reagan y vuelos de helicópteros militares y civiles transportando a políticos y altos funcionarios.
El director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom expresó en un comunicado su “profundo pesar” por la tragedia y aseguró que la aerolínea colaborará en la investigación.

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