Cinco años después de la histórica decisión de abandonar la Unión Europea, un creciente número de británicos lamenta el Brexit. Según una reciente encuesta de YouGov, un 55% de la población considera que el Reino Unido debería volver a integrarse en el bloque comunitario, mientras que solo un 30% defiende la salida.
Este cambio de opinión es significativo, ya que contrasta con los resultados del referéndum de 2016, cuando el 51.9% de los británicos votó a favor del Brexit. La encuesta revela que incluso entre quienes inicialmente apoyaron la salida, un 18% ahora reconoce que fue un error.
Muchos británicos experimentaron las consecuencias económicas del Brexit, como la inflación, la escasez de productos y la pérdida de oportunidades laborales. Los trámites aduaneros y las nuevas regulaciones generaron complicaciones para empresas y ciudadanos, especialmente en el comercio y los viajes.
El Reino Unido se ha visto aislado en el escenario internacional tras abandonar la UE, lo que afecta su influencia y capacidad de negociación. Por su parte, los jóvenes, que no pudieron votar en el referéndum de 2016, son mayoritariamente contrarios al Brexit y presionan por una mayor integración europea.
A pesar de este cambio de opinión, la posibilidad de un regreso inmediato a la UE parece remota. Los partidos políticos británicos se muestran cautelosos ante la cuestión, temiendo dividir aún más a la sociedad.
El líder laborista, Keir Starmer expresó su deseo de “reiniciar” las relaciones con la UE y realizó una visita a Bruselas. Sin embargo, descartó la posibilidad de una reincorporación plena al bloque.
