Decenas de miles de palestinos desplazados por la guerra comenzaron a regresar a sus hogares en el norte de la Franja de Gaza este lunes, tras el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás para la liberación de seis rehenes, en el marco de la tregua vigente desde el pasado 19 de enero.
Este nuevo avance mantiene con vida el frágil alto el fuego en la guerra de 15 meses entre Israel y el movimiento islamista palestino, y abre la posibilidad de un nuevo intercambio de rehenes por prisioneros palestinos.
En la zona de Nuseirat, largas filas de vehículos esperaban la apertura del paso para automóviles, lo que debería acelerar el vasto movimiento de retorno de los desplazados.
El movimiento islamista Hamás anunció el domingo por la noche su compromiso de liberar a tres rehenes el próximo jueves, incluyendo a Arbel Yehud, una civil de 29 años, y Agam Berger, una joven de 20 años que realizaba su servicio militar cerca de Gaza. Además, se prevé la liberación de otros tres rehenes el sábado.
“Tras intensas y determinadas negociaciones, Israel ha recibido de Hamás una lista con la situación de todos los rehenes, vivos o muertos, que podrían ser liberados en la primera fase del acuerdo”, indicó la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Según el gobierno israelí, ocho de los rehenes que podrían ser liberados en las próximas semanas fueron confirmados como fallecidos, información que coincide con la de los servicios de inteligencia israelíes.
Según el gobierno gazatí, serán necesarias unas 135.000 carpas y caravanas para albergar a las familias que retornan a Ciudad de Gaza y la región norte, donde más del 90% de los edificios fueron destruidos por meses de combates y bombardeos israelíes.
Achim Steiner, jefe del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), advirtió que la guerra también devastó la infraestructura pública, incluyendo los sistemas de tratamiento de aguas residuales, el suministro de agua potable y la gestión de desechos.
Hamás calificó este regreso de los desplazados como una “victoria” frente a los “planes de ocupación” de Gaza y el “desplazamiento forzoso” de los palestinos. Su aliado, la Yihad Islámica, añadió que este retorno es “una respuesta a todos los que sueñan con desplazar a nuestro pueblo”.
