El gobierno de Honduras anunció este sábado un plan de atención para sus ciudadanos que sean deportados desde Estados Unidos, en respuesta a la reciente ofensiva contra la migración irregular impulsada por la administración de Donald Trump.
“En respuesta a la coyuntura actual del tema migratorio, la presidenta Xiomara Castro lanzará el programa ‘Hermano, vuelve a casa’ en apoyo a nuestros migrantes”, anunció el canciller de Honduras, Enrique Reina, a través de la red social X.
El programa contempla una serie de medidas de apoyo para los ciudadanos hondureños en la red consular de Honduras en suelo estadounidense. Entre las acciones previstas se encuentran la asistencia legal y la visita de urgencia de cónsules a los centros de detención de migrantes en Estados Unidos.
“No dejaremos solos a nuestros hermanos migrantes que contribuyen con sus remesas al país”, enfatizó Reina.
Aunque el gobierno aún no anuncia una fecha de inicio para el programa, se adelantó que incluirá la entrega de un bono monetario “solidario” -cuyo monto no fue especificado-, apoyo alimenticio y acceso a programas de empleo para los hondureños deportados.
“Estamos trabajando arduamente para darles este apoyo a nuestros compatriotas que podrían ser retornados en este nuevo proceso de decisiones políticas que toma la administración Trump”, agregó el canciller.
Reina también informó que se sostendrán conversaciones con la embajadora estadounidense en Tegucigalpa, Laura Dogu, para coordinar que las deportaciones se lleven a cabo de manera segura.
Hasta el momento, el gobierno hondureño no ha reportado la llegada de vuelos con ciudadanos deportados. Sin embargo, se estima que unos 280.000 hondureños podrían ser repatriados bajo la nueva política migratoria de Estados Unidos. En 2024, más de 37.000 hondureños fueron deportados.
Actualmente, cerca de dos millones de hondureños residen en Estados Unidos, la mayoría en situación irregular, y sus remesas representan una fuente vital para la economía hondureña. Según datos oficiales, en 2024 el país recibió 9.627,9 millones de dólares en remesas familiares, lo que representa más del 25% del Producto Interno Bruto (PIB).