La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles reducir su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, dejándola en un rango entre 4.25% y 4.5%. Esta decisión marca el tercer recorte consecutivo del año, una señal de que el banco central estadounidense busca estimular la economía y combatir los efectos de la desaceleración económica global.
Sin embargo, a pesar de esta nueva reducción, los funcionarios de la Fed han mostrado una mayor cautela respecto al futuro de las tasas de interés. En sus proyecciones, disminuyeron la cantidad de recortes que esperan para 2025, lo que sugiere que el ciclo de bajas podría estar llegando a su fin.
La decisión de la Fed se tomó en un contexto de desaceleración económica global y preocupaciones sobre la inflación. Aunque la inflación ha mostrado signos de moderación, aún se encuentra por encima del objetivo del 2% establecido por la Fed.
Esta determinación fue recibida de manera diversa por los expertos. Mientras algunos analistas consideran que los recortes son necesarios para evitar una recesión, otros advierten sobre los riesgos de una inflación persistente.
La Fed continuará monitoreando de cerca la evolución de la economía estadounidense y la inflación. Los próximos movimientos de la Fed dependerán en gran medida de los datos económicos que se publiquen en los próximos meses.
