En un giro inesperado que generó controversia a nivel internacional, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confirmó que su país estableció un “contacto directo” con Hayat Tahrir al-Sham (HTS), el grupo islamista que recientemente tomó el poder en Siria y que está catalogado como organización terrorista.
Durante su participación en una reunión sobre la crisis siria en Aqaba, Jordania, Blinken reveló que las conversaciones con HTS se han dado en el marco de una búsqueda de soluciones para el conflicto sirio, incluyendo la liberación de rehenes como el periodista estadounidense Austin Tice, desaparecido desde 2012.
“Estuvimos en contacto con HTS y otras facciones”, afirmó Blinken a los periodistas.
Aunque no ofreció detalles específicos sobre el contenido de las conversaciones, la confirmación del contacto directo entre Estados Unidos y un grupo considerado terrorista generó reacciones encontradas a nivel nacional e internacional.
La decisión de Estados Unidos de dialogar con HTS se justifica en parte por la necesidad de encontrar soluciones prácticas para una crisis que ha devastado Siria durante más de una década. Además, la búsqueda de rehenes estadounidenses como Austin Tice ha sido citada como un factor motivador para establecer este contacto.
Sin embargo, críticos argumentan que dialogar con un grupo terrorista envía un mensaje equivocado y podría legitimar sus acciones. Asimismo, expresan preocupación por las posibles consecuencias de este acercamiento, como el fortalecimiento de HTS y la desestabilización de la región.