El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, tiene prohibido abandonar el país, confirmó este lunes el Ministerio de Justicia, en medio de una crisis política desatada por su breve imposición de ley marcial.
La polémica medida, que implicó el despliegue de fuerzas especiales y helicópteros en el Parlamento, estuvo vigente durante seis horas antes de ser derogada por los legisladores.
La acción de Yoon provocó una ola de indignación en el país, llevando a decenas de miles de personas a salir a las calles para exigir su renuncia. Sin embargo, el sábado, el presidente sobrevivió a una moción de destitución.
Bae Sang-up, alto funcionario de los servicios de inmigración, confirmó durante una audiencia en el Parlamento que Yoon tiene prohibido salir de Corea del Sur, aunque no se han detallado las razones específicas de esta determinación.
Yoon Suk Yeol, de 63 años, se enfrenta a una fuerte desaprobación pública, por lo que se considera un intento de socavar el mando civil del país.
Los analistas consideran que esta crisis política podría tener repercusiones a largo plazo en la estabilidad del país y en la ya debilitada popularidad del presidente. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta situación, que pone a prueba las instituciones democráticas surcoreanas.