La declaración de ley marcial en Corea del Sur generó una profunda preocupación en Estados Unidos. El gobierno estadounidense expresó su inquietud ante esta medida, que consideran un desafío al Estado de derecho y una amenaza para la estabilidad de la región.
El vicepresidente de Estados Unidos aseguró que siguen de cerca la situación en Corea del Sur y esperan que “cualquier disputa política se resuelva pacíficamente y de acuerdo con el Estado de derecho”. Asimismo, destacó la importancia de la alianza entre ambos países y expresó su apoyo a Corea del Sur en estos momentos de incertidumbre.
La Casa Blanca confirmó que no fue notificada previamente sobre la decisión del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, de declarar la ley marcial. El mandatario surcoreano justificó esta medida, alegando la necesidad de proteger al país de las amenazas de Corea del Norte y de elementos antiestatales.
El Parlamento surcoreano, donde la oposición tiene mayoría, rechazó de manera contundente la declaración de ley marcial. Sin embargo, los militares afirmaron que esta medida permanecerá en vigor hasta que sea levantada por el presidente. Estados Unidos respaldó la posición del Parlamento y llamó a respetar el voto de los congresistas.
La crisis en Corea del Sur se produce en un contexto de creciente tensión en la península coreana. Corea del Norte llevó a cabo una serie de pruebas de misiles balísticos en los últimos meses, lo que aumentó las preocupaciones sobre una posible escalada del conflicto.
La alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur es fundamental para garantizar la seguridad en la región. Ambos países llevan a cabo maniobras militares conjuntas de forma regular y han estrechado sus lazos en los últimos años. Sin embargo, la actual crisis pone a prueba esta alianza y plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países.
La comunidad internacional observa con atención la evolución de la situación en Corea del Sur. La declaración de ley marcial y la respuesta de Estados Unidos tienen implicaciones importantes para la estabilidad regional y para las relaciones entre las grandes potencias.
