A menos de 24 horas de que concluya la Conferencia de las Partes (COP29) en Bakú, las negociaciones sobre la financiación climática se encuentran en un punto crítico. Un borrador de acuerdo presentado este jueves revela profundas divisiones entre los países desarrollados y en desarrollo sobre cómo financiar la lucha contra el cambio climático.
La principal disputa radica en la cantidad y el origen de los fondos necesarios para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los impactos del calentamiento global. Según los expertos de la ONU, se requieren al menos un billón de dólares anuales, una cifra diez veces superior a lo prometido previamente.
El borrador presentado por la presidencia azerbaiyana propone dos opciones principales: que los países desarrollados asuman la totalidad de la financiación o que se busquen “todas las fuentes de financiación”, incluyendo aportes de los países en desarrollo. Sin embargo, ninguna de las opciones ofrece cifras concretas, lo que ha generado críticas por parte de los países en desarrollo.
“Tenemos la voluntad política de crear el puente que nos permita llegar al billón. Pero faltan menos de 48 horas y no tenemos nada concreto sobre lo que negociar. Este es el problema”, denunció la ministra colombiana de Ambiente, Susana Muhamad.
Por su parte, el grupo AILAC, que representa a 80 países de América Latina y el Caribe, África y las islas, exigió “como mínimo” 1,3 billones de dólares anuales, mientras que el grupo G77+China solicitó al menos 500.000 millones de dólares anuales para 2030.
“No debemos irnos de Bakú sin una cifra clara”, afirmó la ugandés Adonia Ayebare, representante del grupo G77+China.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que “el fracaso no es una opción” e instó a los negociadores a alcanzar un acuerdo ambicioso.