La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, endureció su retórica contra el expresidente y rival republicano, Donald Trump, en las últimas semanas de la contienda electoral.
Durante sus recientes mítines, Harris calificó a Trump de “fascista” y señaló que el exmandatario está cada vez más “desquiciado”, lo que la ha llevado a ajustar su estrategia y responder de manera más contundente.
Harris ha utilizado videos de declaraciones polémicas de Trump, como su postura sobre el acceso al aborto, para arremeter contra sus propuestas. En una reciente entrevista, la vicepresidenta subrayó que los ciudadanos estadounidenses “merecen algo mejor que alguien que realmente parece inestable”. Además, advirtió que la gente “debe tomar nota” de que Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca, representa una amenaza para el país.
A medida que se acercan las elecciones del 5 de noviembre, el impulso de la candidatura de Harris, que despertó gran entusiasmo en agosto tras anunciarse su reemplazo del presidente Joe Biden como candidata, parece haberse debilitado. Las encuestas están muy ajustadas en los estados decisivos, lo que ha generado preocupación en el partido demócrata. Mientras tanto, los republicanos han intensificado su ofensiva contra Harris, enfocándose en la política migratoria de la actual administración y calificando a los demócratas como “los enemigos internos” de Estados Unidos, según declaraciones recientes de Trump.
En un esfuerzo por revitalizar la campaña, los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton se unieron a Harris en los estados clave, mientras que la exprimera dama Michelle Obama aparecerá en un mitin de la vicepresidenta la próxima semana. Este sábado, Harris estuvo en Detroit para inaugurar la votación anticipada en Michigan, un estado crucial en las elecciones. Sin embargo, enfrenta el desafío de movilizar a la numerosa población árabe del estado, que expresó su descontento por la postura de la administración en la guerra de Gaza.