En agosto, tanto los depósitos como el crédito experimentaron incrementos anuales significativos en comparación con julio, destacándose en parte por el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio, según datos recientes.
El impulso en los depósitos fue liderado principalmente por empresas y otros intermediarios financieros, reflejando una mayor confianza y actividad en el sector. Por otro lado, el crédito al consumo y a las empresas contribuyó al aumento del crédito, indicando un fortalecimiento en la demanda económica y comercial.
El crecimiento de los depósitos se vio impulsado en agosto, respaldado por los efectos de la depreciación del tipo de cambio, lo cual ha influido positivamente en las entradas de capital al sistema financiero.
Además, el crédito corriente al sector privado no financiero mostró una mayor dinámica durante el mes, reflejando condiciones favorables para la expansión económica y empresarial.
Durante el segundo trimestre de 2024, se observó un crecimiento generalizado del crédito corriente en todas las regiones, señalando una recuperación amplia y sostenida en el acceso al financiamiento.
Por otro lado, los mercados financieros también se beneficiaron de tasas de interés a largo plazo más altas y de ganancias en los valores después del primer recorte de la Reserva Federal (FED), subrayando un entorno económico favorable para inversiones y crecimiento económico.
