Este miércoles, Israel lanzó nuevos bombardeos en el sur de Beirut, bastión del grupo proiraní Hezbolá, intensificando el conflicto con Irán tras el ataque con misiles de la víspera. A pesar de los llamados internacionales a la desescalada, la tensión en la zona se incrementa.
Hezbolá informó que sus fuerzas se enfrentaron a soldados israelíes que intentaron infiltrarse en territorio libanés, mientras que el ejército libanés confirmó una breve incursión de tropas israelíes en el sur del país. El movimiento chiita respondió al avance israelí tras el anuncio de incursiones terrestres “limitadas” por parte de Israel en la frontera con Líbano.
El conflicto se intensificó luego de que Irán lanzara 200 misiles contra Israel el martes, en venganza por el asesinato de líderes de Hezbolá y Hamás. En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Irán pagaría un “alto precio” por lo que calificó como un “grave error” al intentar atacar a millas de civiles. “Quien nos ataca, le atacamos”, declaró Netanyahu.
Por su parte, el general Mohamad Baqeri, jefe del Estado Mayor iraní, advirtió que si Irán es atacado nuevamente, responderá “con mayor intensidad” y bombardeará “todas las infraestructuras” de Israel.
El ataque iraní, denominado “Promesa Honesta 2”, ha utilizado por primera vez misiles hipersónicos, según fuentes iraníes, quienes afirmaron que el 90% de los proyectiles alcanzaron sus objetivos.