Una nave espacial rusa Soyuz MS-26, con dos cosmonautas rusos y un astronauta estadounidense a bordo, despegó este miércoles desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI). El lanzamiento fue transmitido en directo por la agencia espacial rusa Roscosmos, que confirmó que la misión “se desarrolla con normalidad”.
La tripulación está conformada por los cosmonautas rusos, Alexéi Ovchinin e Ivan Vagner, y el astronauta estadounidense, Donald Pettit. Se espera que la nave se acople al segmento ruso de la EEI a las 22:33 (hora de Moscú), equivalentes a las 19:33 GMT.
Este lanzamiento subraya la cooperación entre Rusia y Estados Unidos en el sector espacial, uno de los pocos ámbitos donde ambos países siguen colaborando, a pesar de las tensiones geopolíticas derivadas de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. Aunque las sanciones occidentales pusieron fin a muchas colaboraciones con Rusia, las naves Soyuz siguen siendo cruciales para transportar tripulación y suministros a la EEI.
El sector espacial ruso ha enfrentado en los últimos años diversos desafíos, incluidos problemas financieros, escándalos de corrupción y fracasos técnicos, como la pérdida de la sonda lunar Luna-25 en agosto de 2023. Sin embargo, Moscú mantiene sus ambiciones espaciales, planeando construir su propia estación espacial para sustituir a la EEI y reanudar las misiones hacia la Luna. Además, Roscosmos busca nuevos socios en el sudeste asiático, África y Medio Oriente para continuar con sus proyectos espaciales.
