El esperado debate presidencial de este martes entre Kamala Harris, candidata demócrata, y Donald Trump, candidato republicano, se desarrolló en un clima de tensión creciente, donde ambos rivales intercambiaron duros ataques en una carrera hacia las elecciones del 5 de noviembre. Con las encuestas mostrando un empate técnico y el voto anticipado a punto de comenzar en varios estados, el enfrentamiento dejó poco margen para el error.
Harris, quien enfrentaba dudas sobre su capacidad para conectar con el electorado tras su fallida candidatura en 2020, aprovechó la oportunidad para desplegar una intervención afilada. Desgranó propuestas claras y se mostró firme, disipando las críticas por su desempeño en entrevistas pasadas. Por su parte, Trump se mantuvo fiel a su estilo combativo, defendiendo su gestión y atacando a la administración demócrata, a la que culpó del deterioro del país.
Economía y migración, en el centro del debate:
La economía, el principal tema de preocupación para los votantes, fue uno de los puntos más discutidos. Harris subrayó la necesidad de pasar página y buscar soluciones que beneficien a la ciudadanía, mientras que Trump insistió en que las políticas demócratas han llevado a la “decadencia” del país.
La política migratoria fue otro tema candente. Harris acusó a Trump de bloquear soluciones bipartidistas para la crisis fronteriza, afirmando que el expresidente prefirió priorizar su candidatura antes que resolver el problema. Trump, por su parte, mantuvo su postura de mano dura, reiterando la necesidad de cerrar la frontera y su promesa de deportar a millones de indocumentados, aunque evitó dar detalles sobre cómo lo lograría.
Derechos reproductivos y política exterior: más confrontación.
El derecho al aborto, una de las banderas de Harris, fue otro de los puntos de mayor fricción. Mientras la vicepresidenta defendió la libertad reproductiva, Trump intentó distanciarse de una postura clara sobre una prohibición federal del aborto, asegurando que los estados ahora tienen la decisión final.
En política exterior, la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra de Israel en Gaza también generaron choques. Trump lanzó una afirmación polémica al declarar que “si Harris gana, en dos años no existirá Israel”, mientras que Harris contraatacó diciendo que, de haber sido por Trump, “Putin estaría ahora sentado en Kyiv”.
Una batalla decisiva en el camino hacia las elecciones.