Desde el primer minuto de este lunes, decenas de trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) cerraron con cadenas y candados el Palacio de Justicia Federal en San Lázaro y las instalaciones del Consejo de la Judicatura Federal en Toluca, en protesta por la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. El paro indefinido de labores, que comenzó con el respaldo de seis organizaciones de trabajadores, se extendió a lo largo del día por todo el país.
El movimiento incluye a trabajadores de base, secretarios de acuerdos y actuarios, quienes exigen que sus peticiones sean escuchadas y reflejadas en la Constitución. Los manifestantes consideran que la reforma busca someter al PJF, al que califican como el “único contrapeso” frente a los otros poderes de la Unión y como garante de los derechos de la ciudadanía ante posibles abusos de las autoridades.
Como consecuencia del paro, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) canceló la reunión programada con el Observatorio Ciudadano para analizar temas relacionados con la sobrerrepresentación electoral.
En un comunicado conjunto, las organizaciones detrás de la huelga hicieron un llamado a la sociedad mexicana, a universidades, barras de abogados, sindicatos y colectivos de derechos humanos a sumarse en defensa de la independencia judicial. Señalaron que han intentado agotar el diálogo en diversas ocasiones, pero que la reforma, en su forma actual, representa un riesgo para la carrera judicial y para México.
Los trabajadores han suspendido indefinidamente las labores en todas las instancias del Poder Judicial de la Federación, y advirtieron que no reanudarán hasta que sus demandas sean atendidas.