El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes la detención de dos importantes figuras del cártel de Sinaloa, incluyendo a uno de sus cofundadores y a un hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. En un comunicado, Biden elogió el trabajo de los agentes que llevaron a cabo estas capturas, calificando a los detenidos como “dos de los líderes más notorios del cártel de Sinaloa, una de las empresas más mortíferas del mundo”.
Los detenidos son Ismael “El Mayo” Zambada, de 76 años, y Joaquín Guzmán López, un hijo treintañero de “El Chapo” Guzmán. Zambada, conocido por su habilidad para evadir la captura durante décadas, es cofundador del cártel y ha sido una figura central en la organización. La DEA había ofrecido 15 millones de dólares por información que condujera a su captura.
El secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, confirmó en un video difundido este viernes que ambos detenidos comparecerán ante un tribunal federal en los próximos días.
Reacciones en México
El presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que su país no participó en la operación de captura y exigió a Washington un informe completo sobre el operativo, subrayando la necesidad de transparencia en estas acciones.
Ismael “El Mayo” Zambada ha sido una figura esquiva en el mundo del narcotráfico. Su nombre y sus hazañas han sido tema de numerosos narcocorridos, que relatan la vida de los capos de la droga en México. La captura de Zambada representa un golpe significativo para el cártel de Sinaloa, que ha sido una de las organizaciones criminales más poderosas y violentas del mundo.
Por otro lado, Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, continúa el legado familiar en el narcotráfico. Su detención subraya el continuo esfuerzo de las autoridades estadounidenses para desmantelar las operaciones del cártel de Sinaloa.
Estas detenciones son un reflejo de la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico y pueden tener importantes repercusiones en la dinámica del crimen organizado en la región. La demanda de transparencia por parte de México también resalta las complejidades y desafíos en la colaboración binacional en materia de seguridad y justicia.