La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, indicó que los Diálogos Nacionales sobre la Reforma Constitucional al Poder Judicial son una oportunidad única para reflexionar y debatir sobre temas de trascendencia nacional que involucra a todos los Poderes de la Unión.
Afirmó que desde la Judicatura Federal habrá participación y expresarán las posturas en cada tema, “estamos en el umbral de una reforma al Estado mexicano desde sus cimientos” y compartió el objetivo de mejorar la justicia en México.
En ese sentido, la ministra recordó que con responsabilidad a inicios de este año, el PJ convocó a la construcción colaborativa de una agenda nacional de seguridad y justicia para construir una visión en la materia desde la perspectiva de las víctimas y el camino que recorren para defender y proteger sus derechos y cualquier reforma judicial debe responder a esas necesidades.
“Y ya son más de cuatro meses de escuchar a miles de personas en todo el país, tanto a académicos, víctimas, jóvenes, como a asociaciones civiles, para recaudar información sobre los temas prioritarios y hay propuestas concretas para mejorar el sistema de seguridad y la agenda estará disponible para toda la sociedad”, indicó.
De lo anterior, Piña Hernández aseguró que se entiende que la justicia no es solo de leyes y tribunales sino una cuestión de derechos humanos, de ética y de dignidad que involucra a todas las autoridades en todos los niveles de gobierno.
Enfatizó que “la justicia en México no es un monopolio del Poder Judicial” y que la reforma implica reflexionar el papel que desempeña para mantener la paz y la cohesión al resolver de forma imparcial e independiente los conflictos que surgen en una sociedad democrático y llamó a ser críticos de la justicia en México.
Y aplicar la crítica en las necesidades de las víctimas y de los usuarios del sistema de justicia en general y ser parta de la verdad, de los datos ciertos y las cifras correctas valoradas en su contexto, a criticar con honestidad y responsabilidad de Estado.
La ministra presidenta manifestó que escuchar es la práctica clave para proponer un cambio y hay apertura a un diálogo real y responsable, y que se requiere voluntad de reflexión. Por lo que llamó a resolver las diferencias en el ancho camino del entendimiento y diluyendo la idea de una decisión tomada.
Refirió a los legisladores que el paso veloz ante modificaciones estructurales sólo puede dar entrada a problemas mayores y que en las últimas décadas la soberanía ha impulsado diversas reformas y cada cambio requiere amplitud temporal y gradualidad determinada por los mismos legisladores.
Por ello, Piña Hernández pidió que en la reforma judicial no pese más la celeridad que la idoneidad porque las víctimas merecen jugadores honestos, con vocación y empatadas y capacitadas.
Y que al mejorar la justicia en México se encontrarán más coincidencias que divergencia; finalmente, llamó al diálogo y a construir sobre aquello que no admite división que son los derechos y las libertades de las y los mexicanos.
