El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la comunidad indígena local generaron distintas estrategias de conservación e investigación de una tepari (lancha tradicional), encontrada a inicios de mayo de 2024 en la isla de Janitzio, la cual sobresale por sus grandes dimensiones, 14.80 metros de largo, y por haberse hundido con su carga, especialmente de leña, la cual llevaba, presumiblemente, desde Erongarícuaro a esta isla.
Derivado de ese primer descubrimiento, investigadores del INAH y las autoridades de la comunidad detectaron un área con importante cantidad de vestigios prehispánicos durante los trabajos de dragado que se realizan en dicha isla. En ese sentido, se iniciaron los trabajos de rescate arqueológico e investigación, con el apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del Estado de Michoacán.
A través de un comunicado, indicaron que hasta el momento, destaca una importante colección de huesos humanos trabajados (ranurados), en su mayoría fémures, únicos en su tipo por el excelente estado de conservación que evidencian, así como abundantes objetos de cerámica y piedra, los cuales fueron arrojados al lago en la época prehispánica, a manera de ofrendas, seguramente.
Comentaron que en estos momentos, en conjunto con la comunidad de Janitzio se realizan tareas de conservación de los materiales arqueológicos muebles, así como de otras tepari que se han identificado, con la perspectiva de impulsar un museo comunitario en la isla de Janitzio.