A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales del domingo 2 de junio, el peso mexicano se mantiene estable y registra cotizaciones por debajo de los 17 pesos por dólar. Los analistas y participantes del mercado se muestran optimistas y confían en que la moneda seguirá revaluándose, con pronósticos que apuntan a un tipo de cambio de 16.50 pesos por dólar en los próximos días.
Este comportamiento del peso se da en un contexto donde no existen eventos económicos o políticos importantes que pudieran detener su fortalecimiento, a menos que ocurra un evento geopolítico significativo como el reciente conflicto entre Israel e Irán en Medio Oriente.
La revaluación del peso mexicano se explica en parte por datos económicos destacados provenientes de Estados Unidos, que sugieren una desaceleración económica para el último trimestre del año. Las ventas minoristas de abril en Estados Unidos, por ejemplo, mostraron un crecimiento mensual nulo de 0.0%, en contraste con el aumento esperado de 0.4%. Además, excluyendo automóviles y ventas de gasolina, las ventas minoristas cayeron 0.1%, siendo la primera disminución desde enero.
Asimismo, la producción industrial en abril también registró un crecimiento nulo de 0.0%, y la producción manufacturera presentó una contracción de 0.3%, frente a un aumento esperado de 0.1%. Estos indicadores económicos estadounidenses han influido en la confianza del mercado en el peso mexicano, que se percibe como una moneda sólida en medio de la incertidumbre global.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales, los inversionistas y analistas continúan observando de cerca tanto el entorno económico como el político, aunque hasta ahora, nada parece desviar la senda de fortalecimiento del peso mexicano.