El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden propuso formalmente reclasificar la marihuana como una droga de bajo riesgo, en un cambio histórico que refleja la evolución de la política federal hacia la opinión pública.
“Nadie debería estar en la cárcel simplemente por usar o poseer marihuana. Punto”, declaró Biden en un video. “Demasiadas vidas han sido alteradas debido a un enfoque equivocado hacia la marihuana y me he comprometido a corregir esos errores”.
Desde 1970, la marihuana ha sido clasificada como una droga de la Lista I junto con sustancias como la heroína, el éxtasis y el LSD, considerada sin uso médico aceptado y con alto potencial de abuso. La propuesta busca reclasificarla como una droga de la Lista III, junto con sustancias como la ketamina y los analgésicos que contienen codeína, con una probabilidad de dependencia de moderada a baja.
La iniciativa fue presentada por la administración Biden a finales de abril y el Departamento de Justicia inició oficialmente el proceso el jueves. La marihuana seguirá siendo una sustancia controlada hasta que se complete el proceso, que incluye un período de consulta pública y una posible audiencia ante un juez.
Un sondeo del Pew Research Center revela que el 88% de los estadounidenses cree que la marihuana debería ser legal para uso médico o recreativo, mientras que solo el 11% está en desacuerdo.
La prohibición federal de la marihuana en 1937, en gran medida basada en un razonamiento racista asociado al jazz y a los inmigrantes mexicanos, fue el inicio de una “guerra contra las drogas” en la década de 1970 que afectó desproporcionadamente a minorías. En la década de 1990, el movimiento por la marihuana medicinal comenzó a tomar fuerza y en 2012, los estados comenzaron a legalizar el cannabis recreativo para adultos.