En un esfuerzo conjunto por abordar la creciente preocupación sobre la migración y la seguridad fronteriza, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, instruyeron a sus equipos para tomar “medidas concretas” destinadas a reducir los “cruces fronterizos irregulares”.
La declaración conjunta, emitida este lunes y difundida por la Casa Blanca, revela que ambos líderes sostuvieron una conversación telefónica el domingo, centrada en encontrar soluciones efectivas para gestionar la migración y fortalecer la seguridad en la frontera compartida, con miras a mejorar la prosperidad y el bienestar de ambas naciones.
En el corto plazo, se ha ordenado a los equipos de seguridad nacional de ambas naciones trabajar en conjunto para implementar medidas inmediatas destinadas a reducir significativamente los cruces fronterizos irregulares, al tiempo que se protegen los derechos humanos. Sin embargo, el comunicado no especifica cuáles serán estas medidas.
Además de estas acciones inmediatas, los presidentes se comprometieron a promover iniciativas dirigidas a abordar las causas subyacentes de la migración. Washington identifica la pandemia de Covid-19, el cambio climático, la corrupción, la violencia, la pobreza y la trata de personas como los principales factores que impulsan los flujos migratorios.
Es importante destacar que, aunque tanto México como Estados Unidos están inmersos en procesos electorales este año, la crisis migratoria en la frontera ha captado mayor atención en la campaña estadounidense, convirtiéndose en un punto focal político entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump.
Por su parte, Trump ha reiterado su postura antimigratoria, amenazando con expulsar masivamente a los migrantes si regresa a la Casa Blanca, argumentando que representan una amenaza para la seguridad nacional.
Según datos oficiales, la Patrulla Fronteriza estadounidense registró 189 mil 372 encuentros con migrantes y solicitantes de asilo en marzo, la mayoría de ellos latinoamericanos, que cruzaron ilegalmente la frontera con México. Aunque esta cifra representa una disminución con respecto a meses anteriores, la crisis migratoria continúa siendo una preocupación para ambas naciones.
