En una destacada intervención durante la reunión de Americas Society y el Consejo de las Américas (AS/COA), el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, subrayó la necesidad de un trabajo conjunto entre la iniciativa privada y el sector público para abordar los desafíos y oportunidades derivados de los procesos de relocalización de empresas, enfatizando que el nearshoring puede ser un catalizador del desarrollo regional.
Ramírez de la O destacó que México se encuentra en una posición ideal para capitalizar los resultados económicos positivos y convertirse en un jugador líder en el mercado internacional, aprovechando las tendencias de reconfiguración de las cadenas globales de valor. Señaló que el país ha recibido un monto histórico de inversión extranjera directa en 2023, alcanzando los 36 mil millones de dólares, lo que demuestra la confianza de los inversionistas internacionales en el potencial de México como destino de inversión.
El secretario de Hacienda resaltó el equilibrio del sector externo mexicano, con déficits de cuenta corriente moderados y reservas internacionales en máximos históricos. Además, mencionó el fortalecimiento del tipo de cambio en los últimos años, así como el crecimiento récord de la inversión en 2023, que alcanzó un máximo histórico tanto en pesos constantes como en porcentaje del PIB.
Ramírez de la O enfatizó que el crecimiento económico de México en los últimos años ha superado las expectativas, impulsado por una serie de pilares fundamentales, incluyendo el fortalecimiento de los ingresos familiares, grandes proyectos de desarrollo regional, modernización de infraestructura y el mantenimiento de finanzas públicas equilibradas.
El titular de Hacienda reconoció la importancia de reforzar las políticas del lado de la oferta, como la modernización de acuerdos comerciales y la promoción de proyectos estratégicos como el Programa de Ampliación y Cobertura de Infraestructura de Comunicaciones (PACIC).
En cuanto a las perspectivas futuras, Ramírez de la O anticipó que la dinámica económica positiva se mantendrá en los próximos años, impulsada por el potencial de recuperación post-pandemia y el impulso generado por los procesos de reconfiguración de las cadenas globales de valor.