La presidenta de Perú, Dina Boluarte, designó a Gustavo Adrianzén, diplomático de centroderecha, como su nuevo primer ministro, en sustitución de Alberto Otárola, quien dejó el cargo envuelto en un escándalo por presunto tráfico de influencias.
Adrianzén, abogado de 57 años que se desempeñaba como representante de Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, fue juramentado por Boluarte. Durante su gestión en la OEA, Adrianzén defendió la administración de Boluarte durante la crisis desatada por la represión de las protestas contra el ascenso de Boluarte al poder en diciembre de 2022, tras la destitución de Pedro Castillo.
En su primera conferencia de prensa, Adrianzén se comprometió a reforzar los principales objetivos de la administración de Boluarte, centrados en la reactivación económica y la seguridad ciudadana. “Haremos el mejor esfuerzo para poder convencer de la transparencia de nuestro trabajo”, afirmó.
La designación de Adrianzén se produce después de la caída en desgracia de Otárola, quien fue grabado en unos audios tratando de “amor” a una mujer que obtuvo contratos con el Estado. La Fiscalía decidió investigarlo por presuntos delitos de corrupción, lo que precipitó su salida del gobierno.
Antes de ser primer ministro, Otárola ocupó el ministerio de Defensa durante las revueltas que dejaron medio centenar de muertos. Con una desaprobación del 83%, Boluarte decidió mantener al resto de sus ministros tras el nombramiento de Adrianzén al frente del gabinete.