El Congreso local exhortó a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, para que se integre el expediente a fin de que se lleven a cabo las gestiones necesarias para que se pueda emitir la declaratoria de la Fuente de la Diana Cazadora como Patrimonio Cultural de México.
La proposición, con punto de acuerdo de urgente y obvia resolución, a cargo de la diputada Brenda Ruiz Aguilar, reconoce que la emblemática escultura ubicada en Paseo de la Reforma no solo es un símbolo urbano, un ícono de la belleza y punto de referencia, sino una obra que ha sido resignificada por diversas luchas sociales que la han intervenido e incorporado simbólicamente en sus expresiones políticas, tales como la revolución feminista y la diversidad sexual.
Asimismo, fue motivo de censura por parte de sectores conservadores, como la denominada Liga de la decencia. La desnudez de la escultura fue motivo de su escándalo.
“Así, en octubre de 2018 un colectivo a favor de la interrupción legal del embarazo colocó un pañuelo verde en la escultura en señal de la libertad que las mujeres tienen sobre su cuerpo.
“En marzo de 2020, previo a la marcha por el 8M, la fuente amaneció teñida de rojo, en representación de la sangre derramada por los feminicidios cometidos en México”, expuso la también vicecoordinadora de la Bancada de Morena.
De tal forma, la apropiación ciudadana del monumento lo ha transformado en un símbolo vivo.
“Por tal motivo, merece ser cuidado y resguardado, pues es parte de la memoria y presente de la ciudad”, añadió la legisladora.
Por estas razones, es necesario reconocer a la Diana Cazadora como patrimonio cultural de la Ciudad de México, pues hoy es un motivo de reflexión sobre la identidad de las personas capitalinas.
