La CNTE señala que los actos “violentos” generados fuera de Segob son la respuesta de una clase trabajadora ignorada y despreciada.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se pronunció ante los hechos de violencia que se manifestaron ayer frente a la Secretaría de Gobernación, enfatizando que lo que desde el poder se señala como “violencia” no es otra cosa que la digna respuesta de una clase trabajadora que, una vez más, ha sido ignorada y despreciada.
También cuestionaron el por qué no condenan también la violencia estructural que nos deja sin una pensión dignan o la violencia de haber impuesto un régimen de explotación laboral tecnocrática como la USICAMM o la violencia de décadas que margina a nuestras comunidades, que mantiene a niñas y niños con hambre en las aulas, sin libros, sin pupitres, sin futuro.
“Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”, citaron a Benito Juárez, aunque esto dijo la CNTE no basta para ocultar la impunidad con la que se sigue explotando al pueblo.
El CNTE señaló que si el gobierno realmente creen en la razón y el derecho, deberían escuchar sus demandas “sin burla ni demora”.
Asimismo, indicaron que el señalar que el magisterio ejerce violencia es una falacia: “ningún funcionario ha sido agredido, ningún miembro del gabinete ha sido dañado”.
De igual modo, señalan que también es violencia mantener a miles de trabajadores bajo el desgaste del plantón, sin solución alguna, mantener cerradas las puertas del diálogo real mientras se condena desde un escritorio.
“Violencia es tener al pueblo trabajador sobreviviendo en la miseria mientras se predican promesas vacías desde tribunas oficiales. Violencia es explotar al maestro, al campesino, al joven sin empleo ni educación, al pueblo entero, mientras se acusan de radicalismo a quienes ya no están dispuestos a seguir agachando la cabeza”, se lee en el documento.
Para cerrar su argumentación, insistieron en que “lo verdaderamente violento no está en las calles, está en las decisiones que se toman desde el poder y que perpetúan la injusticia”.
