La jornada electoral para renovar las 39 presidencias municipales en Durango se desarrolló sin incidentes relevantes, aunque con una notable disminución en la afluencia de votantes en comparación con comicios anteriores, de acuerdo con declaraciones del magistrado presidente del Consejo Electoral, Roberto Herrera Hernández, quien informó que solo dos casillas de las 2,658 instaladas no reportaron apertura debido a problemas de comunicación, ya que se ubican en zonas remotas y de difícil acceso.
Hasta el cierre de las urnas, no se registraron conflictos mayores. Sin embargo, la participación ciudadana fue significativamente menor que en elecciones pasadas, incluso por debajo del 45% alcanzado en 2019, cuando Durango vivió su última elección intermedia. Analistas estiman que en esta ocasión la cifra rondará el 40%, un porcentaje bajo pero dentro de lo esperado para un proceso de este tipo.
La votación para cargos judiciales registró una asistencia aún menor. Durante la mañana del domingo, se observó que los ciudadanos tardaban hasta 15 minutos en completar el proceso si votaban en todas las boletas, mientras que, en caso de anularlas, el tiempo se reducía a cinco minutos, sin contar la espera en filas.
Esta demora, sumada al desconocimiento de los candidatos y la falta de información sobre el proceso, llevó a muchos duranguenses a abstenerse de participar en esta elección. Varios votantes expresaron no sentirse suficientemente informados, lo que influyó en su decisión de no emitir sufragio.
Pese a la baja participación, las autoridades electorales destacaron el desarrollo pacífico de la jornada y esperan que los resultados reflejen la voluntad de quienes acudieron a las urnas.
