Más de 60 mil personas han desfilado ante el ataúd del papa Francisco en la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro, que solo cerró brevemente durante la madrugada de este jueves. Desde el miércoles, una multitud incesante ha llegado al Estado más pequeño del mundo para rendir homenaje al primer pontífice latinoamericano, cuya muerte el lunes a los 88 años conmovió a la Iglesia católica y al mundo entero.
Según informó el servicio de prensa del Vaticano, entre las 11:00 (09:00 GMT) del miércoles y las 13:00 (11:00 GMT) de este jueves, al menos 61.000 personas pasaron por la nave central de la imponente basílica barroca para despedirse del jesuita argentino. Sin embargo, las filas para ingresar continúan extendiéndose, con esperas que pueden superar las cuatro horas.
La capilla ardiente permanecerá abierta hasta la noche del viernes, cuando el féretro sea sellado en preparación para el funeral de Estado, que se celebrará el sábado en la plaza de San Pedro. Según el Vaticano, al menos 130 delegaciones confirmaron su asistencia, incluyendo unos 50 jefes de Estado y 10 monarcas en ejercicio.
Entre las figuras que asistirán, se encuentran el presidente estadounidense Donald Trump, el mandatario argentino Javier Milei, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres.
El entierro de Jorge Mario Bergoglio tendrá lugar ese mismo día en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, marcando un hecho histórico: será el primer papa en ser sepultado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.
