El gobierno colombiano declaró estado de emergencia sanitaria ante un preocupante brote de fiebre amarilla que ya ha dejado 34 muertos y 74 casos confirmados, según informó el Ministerio de Salud. La enfermedad, endémica en zonas tropicales del país, se ha expandido a regiones no tradicionales, elevando el riesgo para nuevas poblaciones.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, advirtió que el virus ha traspasado las áreas típicas de riesgo como la Amazonía, el Catatumbo y el Chocó. “La situación más crítica se registra en el departamento del Tolima, donde se identificaron 22 focos activos desde septiembre pasado”, detalló el comunicado oficial.
La fiebre amarilla, transmitida por mosquitos Aedes aegypti y Haemagogus, puede causar desde síntomas leves (fiebre, dolor muscular) hasta complicaciones graves como hemorragias y fallo orgánico, con una tasa de mortalidad del 20-50% en casos severos.
Ante la emergencia, las autoridades desplegaron a más de 80.000 profesionales de la salud para una campaña de inmunización focalizada. “Hemos vacunado a casi 8.000 adultos mayores de 70 años y priorizamos la aplicación desde los 9 meses de edad”, explicó Jaramillo, asegurando que el país cuenta con dosis suficientes.
Como medida adicional, Colombia exigirá el certificado de vacunación a todos los viajeros que ingresen o salgan del territorio. Esta decisión se alinea con la alerta nivel 2 emitida por el CDC de EU, que recomienda la vacuna para visitantes de zonas afectadas en Colombia, Bolivia y Perú.