El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la imposición de un arancel del 20.91% a la mayoría de las importaciones de tomate mexicano, medida que entrará en vigor el 14 de julio y que revoca un acuerdo previo que, según autoridades estadounidenses, no protegió adecuadamente a sus productores locales.
En 2024, EU importó tomates mexicanos por $3,243 millones de dólares (15% más que en 2023), cubriendo el 86% de su consumo nacional. Cabe señalar que el 55% del tomate consumido en EU es mexicano, mientras que México destina el 98% de sus exportaciones de este producto a su vecino del norte.
El Departamento de Comercio afirmó que el arancel busca garantizar una “competencia justa” para sus productores, especialmente en Florida, estado que históricamente ha acusado a México de prácticas desleales.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) calificó la medida como una “distorsión unilateral” del comercio, destacando que el tomate mexicano mantiene precios accesibles y calidad superior, con ventajas en logística y eficiencia.
Los productores locales han denunciado reiteradamente dumping (ventas por debajo de costos), aunque el GCMA señala que estas acusaciones carecen de sustento y ocultan problemas de baja productividad en EU.
México evalúa acciones ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), mientras el sector agrícola nacional busca alternativas de mercado. La medida llega en un contexto de tensión comercial recurrente entre ambos países, pese al T-MEC.
