La música de este gran guanajuatense ha trascendido gustos y generaciones: Carlos Navarrete
Un 23 de septiembre de 1973, México perdió al mayor cantautor que ha dado nuestro país en el Siglo XX, José Alfredo Jiménez, sin embargo, el legado de este gran guanajuatense ha trascendido generaciones, gustos y géneros.
Y es que, a decir del presidente de la Comunidad de Amigos de José Alfredo (CAJA), Carlos Navarrete Ruíz, quién no ha cantado o hasta llorado con alguna de sus más memorables canciones, como “El Rey”, “Camino de Guanajuato”, “Te Solté la Rienda”.
Para Carlos Navarrete, actualmente, el mejor homenaje que se le puede hacer a este compositor mexicano, en el marco de su 50 aniversario luctuoso, es recordarlo, “no olvidarlo, conocer su historia y tenerlo presente en nuestros momentos de felicidad, de euforia, de amor y también de desamor”.
En entrevista exclusiva para LaGuardia, desde Dolores Hidalgo, Guanajuato, el ex senador señaló que a pesar de que la juventud tiene ritmos y música diferente, siempre terminan escuchando a José Alfredo, ya que es parte de nuestra historia y esencia como mexicanos.
“Pese a tantos ritmos que hay, tantas novedades y tanta música nueva, los jóvenes de ahora empiezan cantando en sus fiestas y celebraciones música moderna, y terminan cantando a José Alfredo la parte última de la parranda; por lo tanto, José Alfredo sigue viviendo en el colectivo y en la conciencia de México, y se sigue cantando en México y en el mundo”, agregó.
Siendo un apasionado de la música regional mexicana, Navarrete Ruiz describió al cantautor como un prodigio de la música, porque pese de ser una persona humilde del norte del estado de Guanajuato, de no haber estudiado, tenía un talento musical excelso, “tenía la cabeza llena de música, compuso 283 canciones grabadas y otras 80 inéditas que no alcanzó a grabar”.
Indicó que las canciones de José Alfredo han traspasado extractos sociales y también fronteras, pues sus letras han sido testigo de innumerables sentimientos como amor, desamor y también felicidad; además, 23 países le han grabado canciones en sus idiomas a lo largo y ancho del mundo.
“Tengo la impresión de que José Alfredo sigue vivo en las nuevas generaciones. José Alfredo ha vivido, vive y vivirá en los mexicanos”
Carlos NavarreteEntrevista
El presidente de CAJA, nos informó que este sábado 25 y domingo 26 se llevarán a cabo en Dolores Hidalgo, Guanajuato, las celebraciones para conmemorar a este icónico cantautor.
Navarrete Ruiz invitó a la población en general a visitar el estado de Guanajuato, que tiene dos símbolos destacados para las y los mexicanos: fue cuna de la Independencia y es donde vivió y descansa José Alfredo Jiménez.
“Cuando él falleció en noviembre del 73 dejó dicho que no quería que lo enterraran en México, ni en la Rotonda de los Hombres Ilustres, ni en ninguna parte, quería morir como muere su pueblo y que lo trajeran a Dolores Hidalgo y que le hicieran una tumba sencilla con una cruz de mezquite y que sólo pusieran la frase de una de más canciones más emblemáticas ‘La vida no vale nada’”, agregó.
Por ello, dijo que cuando se visite Dolores Hidalgo, es necesario asistir a la casa Museo de José Alfredo, ir a la casa de Don Miguel Hidalgo y terminar en el panteón, el lugar donde José Alfredo descansa, “es una peregrinación cívico-musical que nadie debería perderse”.
Al hacer un ejercicio de reflexión sobre qué versos de canciones del cantautor mexicano se podrían identificar con la actualidad, nos platicó que las letras de su música son el reflejo de la preocupación social que siempre tuvo.
Por ejemplo, el corrido “Con la Muerte entre los Puños”, dedicado al Boxeador José Becerra Covarrubias, que a la letra dice “nació cerca del potrero, donde no había ni un caballo, conoció la luz del cielo con relámpagos y rayos, él no conoció la escuela donde iban sus hermanos, porque él ya traía la fuerza en los puños en sus manos”.
“Aquí muestra José Alfredo una preocupación que siempre lo mantuvo presente por la educación de sus hijos y de los mexicanos, porque él al no tener educación, más que hasta la primaria, sabía lo que eso significaba”, reflexionó.
Otro ejemplo fue el corrido de “Hijo de Pedro el herrero”, en el cual calificó sus versos como “muy intensos”, pues en ellos el guanajuatense expuso su preocupación sobre la vida, la pobreza, la superación y sobre la falta de educación.
“No pude ser algo grande por no haber ido a la escuela, sigo aprendiendo despacio lo que vida me enseña, por lo que sufre mi madre yo cada día más la quiero, cuanto trabaja mi padre por tan poquito y dinero y yo no puedo ayudarlo por no haber ido a la escuela, sigo aprendiendo despacio lo que la vida me enseña”, recita el verso.
“Que José Alfredo siga cantándole a México y que las y los mexicanos sigamos escuchándolo”