En 2024, la economía mexicana registró un crecimiento del 1.5%, impulsado por el aumento del consumo y la inversión, factores que superaron las tendencias históricas y contrarrestaron parcialmente los impactos de choques externos y climatológicos.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal destinó 45 mil millones de pesos a la capitalización del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, elevando su saldo a 97 mil millones de pesos. Esto representó un incremento real del 129.1% respecto al cierre de 2023, reforzando los amortiguadores financieros del país ante posibles crisis económicas futuras.
Las finanzas públicas se mantuvieron estables y alineadas con las metas de balance aprobadas por el Congreso de la Unión. La recaudación tributaria alcanzó un nivel récord del 14.6% del PIB, generando ingresos adicionales para 2025 sin necesidad de aumentar o crear nuevos impuestos.
El consumo privado creció un 3.5% en términos reales entre enero y octubre de 2024, registrando su cuarto año consecutivo de expansión por encima de su promedio histórico. Factores como el incremento en los salarios reales, la disminución de la inflación y un índice de confianza del consumidor en niveles récord impulsaron esta tendencia.
Por su parte, la inversión fija bruta tuvo un aumento anual del 4.7% en el mismo periodo, consolidando un entorno favorable para los negocios. La estabilidad macroeconómica, políticas públicas enfocadas en la inversión y una mayor confianza empresarial fueron determinantes en este crecimiento.
La inflación general cerró el año en 4.2%, mientras que la inflación subyacente, que refleja mejor la tendencia futura, se situó en 3.7%, su nivel más bajo desde 2019. La moderación de precios en energéticos y productos agrícolas contribuyó a esta reducción.
En cuanto al empleo, la tasa de desempleo promedió 2.7% en 2024, el nivel más bajo registrado. El aumento en los salarios reales y una mayor participación laboral de las mujeres fueron claves en este desempeño positivo.
La inversión extranjera directa alcanzó un máximo histórico de 36 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, reflejando un crecimiento sostenido. Al mismo tiempo, las remesas alcanzaron cifras récord y el turismo internacional mantuvo seis bimestres consecutivos de expansión, con la llegada de 77 millones de visitantes extranjeros hasta noviembre.
El comercio exterior mexicano continuó en expansión, consolidando a México como el principal socio comercial de Estados Unidos. Las exportaciones crecieron un 0.9% trimestralmente en el cuarto trimestre, beneficiadas por un tipo de cambio competitivo y el aumento en la demanda internacional.
El gasto público se ubicó en el 27% del PIB, con un crecimiento real anual del 7.7%. Los recursos destinados al desarrollo social aumentaron 7.3% respecto a 2023, alcanzando un nivel sin precedentes del 12.8% del PIB. En particular, los sectores de protección social, salud y educación experimentaron alzas significativas.
La inversión en infraestructura creció 11.4% real anual y se ubicó en 3.1% del PIB, impulsada por proyectos prioritarios con impacto en la conectividad y la capacidad productiva.
Al cierre de 2024, la deuda pública representó el 51.4% del PIB, manteniendo una trayectoria sostenible. El gobierno implementó estrategias de refinanciamiento que permitieron disminuir la deuda externa y mejorar el perfil de vencimientos, reduciendo las necesidades de liquidez en el corto plazo.