El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump implementó una serie de medidas para reforzar el control migratorio en el país, eliminando ciertas protecciones que permitían a los migrantes evitar la detención en espacios considerados seguros como iglesias y colegios.
“Los migrantes criminales ya no podrán esconderse en los colegios y las iglesias para evitar ser detenidos”, declaró este martes un portavoz del Departamento de Seguridad Interior (DHS) en un comunicado. Según el funcionario, el gobierno de Trump “no atará las manos de nuestros valientes fuerzas del orden”, confiando en que las autoridades actúen con “sentido común” para hacer cumplir la ley.
Horas después de asumir el cargo, el mandatario republicano firmó el lunes una serie de decretos para poner fin a lo que considera una “invasión” de inmigrantes ilegales. Entre las medidas más destacadas se encuentra la eliminación del programa de libertad condicional humanitaria, el cual permitía a migrantes de países como Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela ingresar temporalmente a Estados Unidos con un patrocinador y tras pasar verificaciones de seguridad.
El Departamento de Seguridad Interior aseguró que la administración de su predecesor, Joe Biden, “abusó del programa” al permitir la entrada “indiscriminada” de 1,5 millones de migrantes. Con las nuevas reglas, se pretende que la autorización humanitaria vuelva a su “propósito original” de examinar los casos individualmente.
Otra medida relevante firmada por Trump es la anulación de la aplicación móvil CBP One, que permitía a los migrantes solicitar una cita para ingresar legalmente a través de los puertos de entrada. La administración considera que la herramienta facilitaba el ingreso masivo de extranjeros al país.