El trágico accidente aéreo ocurrido este miércoles en Kazajistán, que cobró la vida de 38 personas a bordo de un avión de pasajeros de Kazakhstan Airlines, ha generado una ola de conjeturas y especulaciones a nivel internacional.
Según informes de diversas agencias de noticias, el vuelo 8432, procedente de Bakú, habría sido alcanzado por fragmentos de un misil antiaéreo ruso mientras sobrevolaba el espacio aéreo de Grozni, en Rusia. Estas afirmaciones, provenientes de fuentes extraoficiales, aún no han sido confirmadas por las autoridades rusas o kazajas.
Las versiones sobre lo sucedido, varían. Algunas apuntan a que los pilotos solicitaron un aterrizaje de emergencia en Grozni debido a un incidente a bordo, pero se les negó el permiso. Otras, sugieren que las defensas antiaéreas rusas estaban intentando derribar drones ucranianos en la zona, y que el avión fue alcanzado por error.
La aeronave, un Embraer 190, se estrelló cerca del aeropuerto de Aktau, en Kazajistán, después de ser desviada de su ruta original. Las causas del accidente aún están siendo investigadas, y las autoridades de ambos países han prometido llevar a cabo una investigación exhaustiva.
La noticia del accidente ha generado gran conmoción a nivel internacional, y diversos gobiernos y organizaciones han expresado sus condolencias a las familias de las víctimas y han pedido una investigación transparente y exhaustiva de lo sucedido.
Expertos en aviación y seguridad han señalado la gravedad de las acusaciones sobre el posible derribo del avión por un misil, y han subrayado la necesidad de que se esclarezcan las circunstancias del accidente lo antes posible.