México continúa siendo un referente a nivel mundial en la recepción de remesas, principalmente desde Estados Unidos. Durante 2024, el país registró un incremento significativo en el flujo de estos envíos, que han demostrado ser un motor económico clave para millones de familias mexicanas.
Según los últimos datos publicados por el Banco de México, las remesas enviadas a México durante el periodo enero-septiembre de 2024 alcanzaron un monto histórico de 48,386 millones de dólares. Esta cifra representa un crecimiento sustancial en comparación con años anteriores y consolida a México como el segundo país del mundo en recibir este tipo de transferencias, solo por detrás de la India.
Las entidades federativas de Guanajuato, Jalisco y Michoacán se posicionan como las principales receptoras de remesas en México, concentrando una importante parte de estos flujos. Esto se debe, en gran medida, al elevado número de migrantes mexicanos que radican en Estados Unidos y que envían dinero a sus familiares en estas regiones.
La banca abierta se presenta como una tendencia en crecimiento que podría revolucionar aún más el sector de las remesas. Al permitir que los usuarios compartan sus datos financieros con diferentes instituciones, esta tecnología facilita la realización de transacciones transfronterizas de manera más rápida y sencilla.
Las remesas desempeñan un papel fundamental en la economía mexicana, ya que contribuyen a mejorar la calidad de vida de millones de personas. Estos recursos se destinan principalmente a cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y educación, pero también se utilizan para impulsar pequeños negocios y mejorar la infraestructura en comunidades rurales.
